La publicidad está en continua evolución y las marcas experimentan con técnicas para vender más. Algunas de estas técnicas muestran una gran creatividad, otras rozan el fraude.
No obstante, no debemos olvidar que el uso de trucos publicitarios engañosos puede ser perjudicial para la confianza del consumidor y la reputación a largo plazo de una marca. El consumidor cada vez en menos “tonto” y puede penalizar severamente a las marcas. Por no hablar de las sanciones a las que se pueden ver abocadas estas empresas por el empleo de estas prácticas.
Existen técnicas tan inocentes como poner todos los relojes de un anuncio a las “10 menos 10”, para simular una sonrisa; y otras tan sucias como engañar o violar los derechos de la mujer o de las minorías para sacar provecho de ello.
¿Por qué utilizan las marcas estas técnicas?
- Aumentar las ventas: Usar tácticas publicitarias engañosas puede atraer la atención de los consumidores y persuadirlos a comprar.
- Competencia intensa: Algunas marcas pueden sentir la presión de destacar y ganar cuota de mercado a toda costa.
- Generar interés rápido: Las tácticas llamativas y engañosas pueden ayudar a llamar la atención rápidamente. En los mercados maduros, algunas empresas son capaces de todo para sobresalir de la multitud.
- Percepción de valor: Exagerar las cualidades o características de un producto puede influir en la percepción del consumidor sobre el valor que ofrece.
Tipos de técnicas engañosas
Estas son algunas de las prácticas engañosas más utilizadas:
- Producto gancho inexistente: Promociona un producto en condiciones muy ventajosas para atraer a los consumidores y luego intentar vender otro.
- Publicidad subliminal: Incorpora imágenes o mensajes breves y ocultos en anuncios que el espectador no percibe, pero que influyen en su subconsciente.
- Exageración visual: Aumenta el tamaño de ciertos elementos en un anuncio, como un producto, para que parezca más grande de lo que es en realidad.
- Publicidad disfrazada: Muestra o nombra productos, a través de medios o influencers, sin indicar que se trata de publicidad.
- Falsas limitaciones: Indicar que un producto está disponible solo durante un tiempo o solo en cierta cantidad, cuando no es cierto.
- Falsos nombres científicos: "Pro encima QX", "nanotecnología ZY", "megaecológico"… utiliza falsos nombres técnicos para que el producto parezca más avanzado o sano.
- Alteración de productos: ¿Sabías que en algunos casos añaden pastillas efervescentes a los refrescos para provocar burbujas o usan laca del pelo para hacer más apetecibles algunos alimentos?
- Falso efecto antes y después: Se muestran imágenes o testimonios de personas que han experimentado una transformación dramática después de emplear un producto, aunque la transformación puede ser poco realista o no deberse al uso del producto.
- Comparación engañosa: Consiste en hacer comparaciones con productos de la competencia de manera sesgada, eligiendo características específicas donde su producto es superior y no mencionando dónde el competidor podría ser mejor.
Es conveniente huir de estas técnicas. Podrían servir para dar un paso hacia delante y caer después en el castigo de la masa crítica de los consumidores.
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