“Quien deja de invertir en publicidad para ahorrar dinero es como si parara el reloj para ahorrar tiempo” (Henry Ford).
Compran nuestro producto porque generamos la necesidad. Podemos tener el mejor servicio pero que no lo conozca nadie. No podemos vivir sin un móvil de última generación porque nos lo dice la publicidad. Los yogures son “danones” porque nos lo explicó la publicidad. Si eres del Madrid compras Adidas y si eres del Barça Nike porque la publicidad nos ha influido en lo más profundo.
La clave no es invertir más o menos, es invertir mejor.
En un momento donde baja el consumo, necesitamos más parte del pastel.
Cada euro que no invertimos en publicidad (¡ojo! invertir, no gastar), cada minuto que no dedicamos a preocuparnos por cómo generar mejor la necesidad de nuestro producto o por dónde rentabilizaremos mejor nuestro dinero, son euros y minutos que no dedicamos a diferenciarnos de la competencia. Cada minuto o cada euro que alejamos de diferenciarnos de la competencia nos sumimos más en la gran masa de interminables productos y establecimientos de todo tipo.
Coja cada euro que meta en un medio de comunicación, o producto publicitario, que no nos ofrece la imagen deseada o la repercusión adecuada, y métalo allí donde su producto lo merece: Liderazgo, audiencia, target… No invierta menos, invierta mejor.
Si no se pone frente al gran público, no existe. Pero si se pone y no le ven está tirando el dinero.
Si su campaña de publicidad no le gusta cámbiela. Si su campaña es igual que la de la competencia modifíquela. Si sus anuncios simplemente le gustan, pero no le motivan, destrúyalos. Es el momento de ser más creativos, de generar más sensaciones, de adaptar el mensaje al momento en el que se encuentra el mercado, de apasionarse. Los buenos anuncios nunca se olvidan.
Son muchos los expertos que aseguran que en tiempo de crisis la publicidad es una oportunidad de diferenciarse y destacar de la competencia. Es una oportunidad por la caída de las tarifas publicitarias, porque probablemente su competencia haya disminuido su inversión en comunicación, porque los consumidores están recibiendo menos impactos publicitarios. Es ahora cuando hacer publicidad, y hacerla bien, resulta estratégico para posicionarse en un mercado complejo, de poca demanda, y convulso.
Un dato: Numerosos estudios demuestran que las empresas que invirtieron en publicidad durante el desplome de 1981 aumentaron sus ventas hasta en un 256%. Un consejo: Convierta una desventaja en una acción de éxito. Aproveche este momento en que probablemente su competencia puede haber bajado los brazos de la comunicación para posicionarse y comerse un trozo mayor del pastel. Actualidad: Un segundo, eso es lo que dura el anuncio realizado por McCann Digital. La agencia demuestra que la creatividad está por encima de la duración de la publicidad, por encima incluso de esos tradicionales anuncios de 20 ó 30 segundos. Se trata de un anuncio para dar a conocer uno de los síntomas del trastorno obsesivo compulsivo, que obliga al espectador a parar la imagen para poder leer su contenido y que de este modo pretende hacerle sentir lo mismo que las personas con esta enfermedad. El resbalón publicitario: Thomas Koch de Wiwo ha declarado que la disminución de la inversión publicitaria de Procter & Gamble, empresa de éxito hasta el momento con marcas como Don Limpio, va a pasar del camino del éxito a la senda equivocada debido a la disminución de su inversión publicitaria en los medios tradicionales. |
Comentarios potenciados por CComment