Publicidad social y ética por Tomás Arriero

La publicidad no tiene corazón, no tiene ética, no es mala ni buena… son las empresas, las personas, los publicistas... los que le ponemos estas connotaciones humanas.

La publicidad social no es solo una forma de transmitir una parte emotiva y solidaria de la empresa (su RSC [Responsabilidad Social Corporativa]), es normalmente el reflejo de la propia filosofía de la empresa. Podríamos hacer una campaña de publicidad enfocada a valores o a acciones sociales, pero antes o después quedaríamos en evidencia si estos valores están alejados de la forma de actuar de la empresa.

La publicidad social es efectiva cuando la filosofía de la empresa es acorde con las causas que defiende: Igualdad, medioambiente, solidaridad… En esta época donde tenemos tanta información al alcance de la mano, las marcas están siendo constantemente testadas.

Por suerte, en la actualidad los consumidores, y especialmente los más jóvenes, premian con su simpatía a las empresas que están concienciadas con temas sociales y medioambientales.

En primer lugar, deberíamos considerar el estilo de nuestra comunicación, antes de abordar temas de mayor calado. Sería adecuado comenzar siendo honestos con los consumidores y aportarles valor:

  • Tratándoles como nos gustaría que nos trataran, sin engaños o exageraciones.
  • Potenciando las experiencias positivas hacia nuestro producto no proponiendo su compra por miedo o denigrando a la competencia.
  • Huir de la sexualidad, la violencia y otros valores discriminatorios.
  • Formando y educando al consumidor en valores y en usos adecuados para la salud, la sociedad o el medioambiente.
  • Buscar la originalidad y el buen humor, creando sensaciones placenteras.

Las campañas sociales y la aplicación del marketing ético a nuestras campañas de publicidad añaden valor a nuestros productos y a nuestra empresa, mejorando su competitividad, e incluso la satisfacción de los propios empleados.

Los canales para ejecutar la publicidad social pueden ser los mismos que los de nuestra publicidad habitual, lo que cambia principalmente es el contenido y las formas de trasladar el mensaje poniendo por delante de la marca la causa que defendemos.

La principales marcas son conscientes de la importancia de este tipo de comunicación: Toyota con su proyecto “Mobility for all” dando soluciones de movilidad a personas con limitaciones físicas, Iberdrola cuenta con proyectos de igualdad y sostenibilidad medioambiental, Mutua Madrileña con “todos a una” colabora contra el maltrato...

Un dato: Más del 90% de los jóvenes prefieren comprar las marcas de empresas éticas y boicotearían los de empresas con prácticas inadecuadas o discriminatorias.

Un consejo: No sirve solo hacer publicidad social, emparejarnos con una causa de moda. Debemos estar internamente alineados con dicha causa o generaremos falta de credibilidad ante los consumidores.

Actualidad: El estudio Meaningful Brands del grupo Habas muestra que el 77% de las personas piensa que las marcas deben involucrarse en problemas sociales y medioambientales. El propio presidente de la compañía recomienda que las empresas “devuelvan algo a la sociedad” y sería un buen momento para plantearnos… “¿nosotros qué hacemos?”.

El resbalón publicitario: True Fruits es una marca alemana de batidos de frutas que se ha atrevido a anunciar su batido “Sun Creamy”, que curiosamente viene en una botella muy parecida a un envase de crema solar, con spots en los que aparece el dibujo de un pene eyaculando dibujado con protección solar en el hombro de una mujer y de un hombre. El consejo de publicidad alemán ya lo ha calificado de denigrante y, aunque la curiosidad ha provocado que el producto se agote, ¿qué reputación le genera esto a la marca?